martes, 10 de abril de 2012

Critica sobre “La dama de negro” acompañada de "Corazón delator”

El fin de semana vi la última película que hizo el actor que personalizó a Harry Potter llevado al cine: Daniel Radcliffe. Debo aceptar que cuando me cruce con el trailer del fim, rápidamente me llevó a la mente una película con un presupuesto de millones de dólares, que tenia el único objetivo mostrar esos celestes ojos (del susodicho actor) que hacen transpirar a adolescentes y no tanto. Sin embargo otra vez mi prejuicio cayó por la borda cuando la miré.

No soy crítico de cine ni mucho menos, así que no esperen encontrar una crítica “técnica” sobre el film. Si soy un amante del terror, y sobre eso voy a dirigir este post.  
            Si algo caracterizó a la industria cinematográfica de Estados Unidos (haciendo referencia a su aspecto comercial) es su desenfrenado mal gusto para hacer películas de terror. No siempre fue así, acuérdense de las películas que protagonizaba Vicent Price en la década del 60, haciendo versiones de grandes historias de clásicos del estilo como Edgar Allan Poe (recuerdo haber visto en Vade Retro, ciclo de cine clásico de terror del desaparecido canal Retro: “El extraño caso del señor Valdemar”). Sin embargo, desde los ‘80 y ’90 comenzó su derrotero de cliché de manual: un psicopata o similar (Jason, Mayer, etc.) ataviados para la ocasión, se encargan de asesinar a adolescentes y jóvenes sueltas de ropas. El argumento de quién era el asesino se diluía en interminables escenas de muertes de las más variopintas. Eso se cambió a finales de los ’90 con la difusión del terror oriental, pero que nuevamente al caer  en las manos del cine comercial norteamericano, volvieron también en cliché a esas películas (apareciendo remakes buenas como fue la de “El aro” o más conocida como “La llamada”; pero cayendo ya en lo bizarro con las versiones de “Shutter”, “el grito” y “llamada pérdida”). Por todo eso, podemos caracterizar que el afan comercial de la industria cinematográfica, como todas las artes, convierte una virtud en un defecto, queriendo vender cada vez más. Eso se observa claramente en “actividad paranormal” donde llamó la atención la “innovación” basada en lo conocido como falso documental, pero perdiendo toda gracia con las cuatro películas que la siguieron. Caso que podemos sumar a las remakes que han hecho de las fabulosas “REC” de España (llamadas “Quarantine”). “La Dama de Negro” no escapa de eso, pero si de rescatar los elementos de lo clasico, como lo han hecho “Desde el infierno” (versión de la historia de ‘Jack el destripado’, protagonizada por el espectacular Deep) y “La leyenda del jinete sin cabeza”.    
            “La dama de negro” es la adaptación libre de una novela gótica de los ’80. No conozco el libro así que no se como fue adaptada, pero después de verla me dejó buena impresión. Principalmente porque es una historia al mejor estilo gótico del siglo XIX, donde los fantasmas, las grandes mansiones, los personajes aristocráticos “somatizando” su decadencia social en patologías psicológicas, son la piedra angular donde se desarrollan las historias. En definitiva me pareció ver una historia, mezcla con las viejas historias de fantasmas, con tintes a lo Poe. El gran presupuesto que habrá tenido, es muy bien usado en la escenografía. Mostrando un Londres oscuro, opaco, triste. El pueblo donde se desarrolla la mayoría de la película está muy bien ambientado, quizás no tanto como “El jinete sin cabeza” o “Desde el Infierno”, pero logra buen efecto. Otro elemento muy importante a remarcar es la musicalización, música que junto con la fotografía dan una fuerte sensación de terror.
            Creo que hay que marcar un par de puntos flojos de la película. Por un lado la actuación de Radcliffe, que sigue siendo muy Harry Potter, donde queda muy adolescente para ser un abogado con un hijo de 4 años. Otro elemento que destiñe un poco la historia, es la acentuada valentía del protagonista, lo que la hace en partes poco creíble. Por otro lado, el director exagera mucho del “scream” (buscar el susto inesperado en el observador), opino que si hubiesen dejado de lado ese recurso, generando una atmosfera más claustrofóbica, la película hubiese sido mejor. Finalmente creo que la historia es bastante cliché, con temática (fantasmas, “almas” en pena, etc.) que para los que no son aficionados del genero le podría parecer muy trillada.  
            Conclusión: una buena película, que a los amantes del terror gótico, y de Poe les gustará. Para los que no les gusta eso, creo que es una película con una temática poco original.
 Como me ha hecho acordar tanto al maestro del terror moderno, les dejo un corto de un cuento de Edgar Allan Poe, protagonizado por Vicent Price: “Corazón delator”.        
   

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