viernes, 22 de febrero de 2013

Masacre de Once: desidia capitalista, complicidad gubernamental, lo terrorífico y la naturalización de la miseria.


 Hoy no va a ver nada de literatura, o sobre arte o narraciones mías. Hace un año de la masacre de Once, hace un año morían 51 personas y con 700 heridos cuando un tren que estaba sin frenos, se estrelló contra el freno de emergencia que tampoco funcionó. Han pasado un año y los familiares de las victimas siguen sin respuestas, porque los laburantes que sufrieron heridas tienen que seguir viajando como ganado, y todavía el gobierno queriendo lavarse las manos, pospone un año más el cambio de los trenes, imputando responsables, pero con nadie en la cárcel. Y eso me lleva a hacer una afirmación taxativa ¡La vida de un obrero vale menos que nada bajo este gobierno que se autonombra nacional y popular! Llena los bolsillos a los empresarios amigos, y deja que los trabajadores y sectores populares mueran como animales. Encima de eso, los imbéciles, porque ya no le queda otra denominación, de los jóvenes k, postean imbecilidades sobre la marcha de hoy, como por ejemplo que los que participan en la marcha son los responsables del 2001 (si se olvidaron o la lobotomía K les afecto una parte de la materia gris, les quiero recordar que en esa época Néstor festejaba privatizaciones. Y si ahora no se quieren hacer cargo de su nene mimado como Moyano, “al llore” como decíamos cuando éramos niños). Ponen estas estupideces queriendo desviar la responsabilidad política que tuvo el gobierno al que defienden.

Y mientras pensaba escribir estas cortas líneas, llegué a la conclusión  de que no es un hecho aislado, es parte del vaciamiento estructural de los medios de transporte, donde viajan los sectores populares, que viene del menemismo, pero que los K no han hecho nada para modificar. Y eso lo pensaba mientras viajaba en el colectivo destartalado de Dumas-Plaza de Santa Rosa. Algunos sin vidrios, con el chasis destrozado, calentando. Definitivamente vaciados. Pero cuando los trabajadores reclaman eso (es el caso del reclamo por el despido del conductor que chocó por falta de frenos) el gobierno y la patota de la burocracia sindical los quieren reventar. Y no es la búsqueda de coincidencias de un trotsko enojado, ya que el gobernador Jorge es uno de los mayores defensores del “modelo”, gobierno que regala subsidios a las empresas como Plaza, pero les niega un aumento a los trabajadores como la lucha de la Intersindical el año pasado (sin olvidarnos de preferir mejorar patrulleros a aumentar sueldos). Entonces, desde los mares de soja y glifosato, como en la Capital Federal el gobierno kirchnerista y sus vasallos caricaturescos muestran que son capaz de dar a los trabajadores y sectores populares: nada, solo seguir con la misma miseria de años y años atrás, que más de una vez se paga con la vida.     
Estos hechos demuestran con mayor claridad, que la salida a los grandes problemas de la humanidad no puede darse dentro de los marcos del capitalismo. La idea de humanizar, embellecer al capitalismo es querer seguir creyendo en los reyes magos o el ratón pérez. Por eso más que nunca la salida está en la organización independiente de los trabajadores, y que luche por su propio partido.

ACÁ le dejo la nota que apareció en el semanario La Verdad Obrera del PTS, sobre la masacre de Once.

Dije que no iba a hablar de literatura o arte, pero bueno, no puedo con mi genio. Para los que me conocen, como para los que no, soy un gran simpatizante de la literatura y el cine de terror. Mi gusto personal y la militancia me llevaron más de una vez en reflexionar en la sociología, para decirlo de alguna manera, de lo terrorífico. Si uno presta atención a la mayoría de los argumentos sobre terror giran en una serie de elementos que se repiten. La mayoría se centra en los elementos sobrenaturales, bestias, monstruos diabólicos, y cualquier bicho repugnante (Lovecraft, The Thing de Carpenter, etc). Pero también está aquellos que se han centrado en elementos psicológicos (Poe creo que es un representante de eso) done el terror gira sobre parte de las relaciones personales. Pero de nuevo entra el elemento de excepcionalidad, de patología, de enfermedad (Psico, El corazón delator, Helloween).
Con esto no quiero generalizar, como verán que me centro en lo comercial o mayoritariamente conocido. Seguramente habrá un circuito independiente o menos comercial que han roto estructuras. Pero para el caso es importante centrarnos en lo que consume la mayoría de las personas.
Pero nunca se ha reflexionado ni considerado profundamente que hay miles y miles de situaciones terroríficas que la propia alienación, el bombardeo mediático, y la misma naturalización de la costumbre ha construido como natural. Sostengo que es más terrorífica la vida de un minero que se la ve ir cuando queda encerrado bajos cientos de metros, por responsabilidad de la sed frenética de ganancias empresaria. Creo que es más terrorífico pensar en la vida que le deparó a Marita Verón, victima de las redes de trata; o las miles de mujeres victimas de femicidio. La pedofilia en manos de una Iglesia corrupta hasta sus cimientos. La violación de cientos de mujeres y niños en manos del patriarcado y machismo. Pero también vivir toda una vida de mierda, teniendo que trabajar por miserias para poder sobrevivir. Y muchos ejemplos más.     
Y Once es un ejemplo de eso, porque muchos de los que murieron habían sobrevivido al impacto, porque muchos vieron su fin en manos de la asfixia; y tantos otros quedaron  rodeados de cadáveres. ¿Todo por qué? Por haber sido laburantes que no les quedaba otra que tener que subirse a ese tren vaciado para poder ganarse el pan. Porque un gobierno servil a empresarios permitió que esos trenes se vacíen. Y porque los empresarios no les importan las vidas obreras, le importa su bolsillo.
Por eso es terror, pero todavía hay mucha niebla de naturalización. La lucha está en las calles, pero con la pluma se puede aportar a quitar un poco esa niebla. Es necesario mostrar este mundo tal cual es, y también los otros mundos posibles.

ACÁ les dejó un poema que escribí sobre está temática. 

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