domingo, 11 de mayo de 2014

Poema: El deseo del Fenix

El deseo del Fenix antes del no morir



Mis alas enfogonadas alas
ya marchitas.
Ya dos telas de arañas de coque flácido inservible.
Mis huesos son solo recuerdos de sueños.

En las montañas que nunca nombre
florecí infinitas veces, incontables,
repudiables veces.
Veces que me he preguntado la razón de todo ello.
El suplicio de todo ello.

He preguntado a la montaña sin nombre.
al viento que acaricia monstruosamente a los dos,
la razón del dolor que me consume y será más intenso

y será en vano
y será…

De nuevo mis ciegos ojos con babosas lagañas
me mostraran la misma montaña.
Soy infinito, y maldigo por ello.
He olvidado los quinientos años repetibles que he sufrido
No así los cíclicos dolores que me acompañaran en esa infame resurrección.

Desearía morir,
perecer en la montaña.
Tantas bestias de ésta,
de esta y otras,
de ellas y otras no montañas
envidian mi enllamada suerte,
mi infinitud inmortal.
Inocentes, ilusos.
Si supieran la tristeza ciega
de ser solo nada, ser todo y nada
ser como la montaña y las montañas.
Aunque yo ya era cuando ellas nacieron.
Quizás sea ese capricho del deseo de lo negado.   

De agrado accedería
a su mortalidad por mi infinidad despreciable.

Aunque con ello me pierda en cenizas sobre la montaña. 

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