Anselmo y los aparatos
de dominación.
(…)Los aparatos
ideológicos de Estado funcionan masivamente con la ideología como forma predominante pero utilizan secundariamente, y en situaciones límite,
una represión muy atenuada, disimulada, es decir
simbólica. (No existe aparato puramente ideológico.) Así
la escuela y las iglesias “adiestran” con métodos apropiados (sanciones, exclusiones, selección, etc.) no sólo a sus oficiantes
sino a su grey. También la familia... También el aparato
ideológico de Estado cultural (la censura, por mencionar
sólo una forma), etcétera.
Louis Althusser “Ideología y aparatos ideológicos del
Estado”
El anochecer
comenzaba a surgir. Dentro de esas cuatro paredes el tiempo sólo era una
conversación de los participantes. Cualquier persona que hubiese estado en ese
sitio, en ese momento, creería que la vidriera emulaba una escena zoologística
de ancianos acumulados. Sin embargo, se estaba gestando una rabia que nunca
había tenido comparación en esos paramos.
Un púlpito se había
conformado sobre una de las mesas del local. Uno de sus compañeros se disponía a
ser el orador de la revuelta. El altavoz se creó con una de las bandejas plásticas,
transformándose en un cono que amplificaría (en teoría) la voz.
La masa octogenaria
descontenta se fue reuniendo alrededor de la tarima. Los murmullos rabiosos por
la situación, se callaron cuando el portavoz comenzó a hablar. El espontáneo
acto se retraso unos largos minutos, ya que las mesas eran altas, y la cervical
con el paso de los años se comienza a volver cada vez mas rígida. Por esta
razón, lo tuvieron que ayudar a subir a la misma. Luego de cuarenta minutos de
arduos intentos, el líder pudo subir a la mesa. Inmediatamente se tuvo que
esperar otra media hora hasta que la columna recobrara su antigua movilidad.
“Otro ejemplo paradigmático,
sino emblemático, son esas malditas reglas ortográficas, creadas como castigo consuetudinario:
primero en la escuela, donde la corrección por medio de la ‘señorita maestra’
se concretaba en un estigma; en segundo lugar, en el curriculum, generador de
una tabla para ver quién entra en un nivel menos miserable de proletarización. Por
eso compañeros, sublevémonos, luchemos contra la hegemonía, ¡si quiero escribir
mamá sin acento, lo escribo como se me canta! La acción directa es la base de
la lucha por el poder compañeros, y por algo se empieza. Un grano de arena
aportado, llevará a la conformación de una tormenta de arena subversiva”
“¡Grano por grano, acción directa!” “si yo al melocotón lo quiero llamar
durazno o cebolla, lo hago compañeros, porque el regionalismo de las lenguas es
otro mecanismo de dominación. Los insulso cristianos lo quisieron explicar con
la torre de babel, ¡pavada!, es un elemento hegemónico de dominación más… que
nos impide comunicarnos con nuestros compañeros explotados que no conoce
fronteras. ¡ROMPAMOS LAS CADENAS NACIONALES QUE NOS OPRIMEN!” la ovación ya era
ensordecedora, la conjunción de gritos, golpeteos de bastones y palmas, conformaban
un éxtasis sin igual para Anselmo, que los observaba maravillado desde el estrado.
“Los ejemplos sobran compañeros de la dominación que intentan ejercer por medio
de la ortografía. Como por ejemplo la diéresis, entupidos caracteres que los
utilizan los ideólogos del capital, los incorporaron para mofarse de su poder
de control sobre nuestra comunicación. Paraguas suena igual con o sin esa
estupidez. Pero no quiero estirar más el discurso compañeros. Nos hemos
reunidos aquí, luego de que nos hemos sentido ultrajados, agraviados por
alguien que no es más que un minúsculo engranaje de la maquinaria imperialista.
No solamente porque es una cadena mundial capitalista, sino porque nos negaron
un sanguche de hamburguesa con el argumento de que ahí solo servían McHamburger
o HappysBurgers. ¿Que eso?…un insulto compañeros. Es la muestra más cabal de que
el imperialismo también se ha metido en nuestra panza, en lo que queremos
comer, y en el nombre de lo que queremos comer. ¡Nosotros queremos un sanguche
y una coca y no nos vamos a ir hasta que nos digan que tienen, sino lo
tomaremos y lo pondremos a producir nosotros!”...Ya no se escuchaba, solo se
oía su nombre coreado por la multitud ¡Anselmo…Anselmo!...
-señor…señor, disculpe pero estamos cerrando.
-ah, si. Ya me voy -se lo quedó mirando de manera compasiva- lo
disculpo joven, ojalá tome conciencia de su alienación.
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