Tenía ganas de colgar algo en el blog y no sabía muy bien qué, y se me ocurrió tomar el día del escritor que según escuché en la radio fue el pasado 13 de Junio. El problema para cualquier sensato (o con una nimiedad de sensibilidad social) es que se conmemora por el nacimiento de Leopoldo Lugones. Por ende, no voy a festejar ese día por el nacimiento de un fascista como Lugones, aunque sea alguien con una prosa muy hermosa. Más en un contexto donde la vida está en la calle, en los adoquines que forman las barricadas en Turquía, o los gritos surgido de las entrañas de los jóvenes brasileros que se enfurecen por el aumento del transporte mientras se usan millones en Estadios de futbol que luego nadie usará.
Por eso, hoy dejo una pequeña reflexión que escribí en el grupo de Facebook como respuesta a una imagen que circulaba por esa red social. Y donde aparece mi negación a considerar que cualquier libro, cualquier lectura es la salvación. Digo no, la escritura está en manos de personas que tienen infinidad de contradicciones y están inmersas en este pútrido sistema social. Lo dejo acompañado de un tema musical de Mirah "Cold Cold Water". Saludos
"Un par de veces he visto una imagen en Facebook que tiene
una leyenda que dice algo así: "cada vez que ves a Tinelli, un libro se
suicida". Permítanme decir que estoy en desacuerdo con dicha frase en el
sentido que es simplista y carece de dialéctica (para darle un nombre). En el
sentido, y voy a robar unas palabras de un compañero de militancia, que una vez
me dijo que la Biblia también es un libro. La Biblia es un libro que ha sido
escrito con sangre, litros y litros en cada una de sus páginas con sus
inquisiciones, con sus muertas por abortos clandestinos, en los llantos de sus
niños humillados, de los rostros de los que bendecían cuando los tiraban al
mar. “Mi lucha” de Adolf Hitler también era un libro, y podría seguir
nombrando. Así que preguntaría de nuevo e intentando no ser retórico: ¿qué
libros se suicidan?
Creo que los que se suicidan siguiendo con la metáfora, son
los que describía el cineasta surrealista Luis Buñuel cuando hablaba del cine,
aquellos que nos demuestran que existen esos otros mundos posibles, otros mundos
donde la miseria y la explotación de la humanidad serán parte de los anaqueles
de la historia."
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